Confinamiento por la pandemia de COVID-19 | ||
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Parte de la pandemia de COVID-19 | ||
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Localización | ||
Lugar | Internacional | |
Datos generales | ||
Estado | En desarrollo | |
Tipo | Cuarentena | |
Ámbito | Pandemia | |
Causa | Pandemia de COVID-19 | |
Objetivo | Para contener el brote de COVID-19 en el mundo | |
Histórico | ||
Fecha de inicio | Desde enero de 2020 (por primera vez en Wuhan, China) hasta enero de 2023 (por última vez en varias ciudades de China.) | |
Desenlace | ||
Resultado | Bajada de la incidencia de Covid-19 en los territorios confinados, bajada de los contagios, fallecidos y hospitalizados y congelación absoluta de la economía. | |
La cuarentena, restricción a la movilidad nocturna y aislamiento por la pandemia de COVID-19 fueron las acciones generadas por los recortes de libertades decretados en varias partes del mundo, con el fin de controlar la expansión de la enfermedad del COVID-19.[1]
Los gobiernos nacionales o regionales ordenaron el cierre de establecimientos no esenciales, y que los ciudadanos permanecieran en sus hogares, saliendo únicamente para trabajar —si estuviese exceptuado— o para adquirir necesidades básicas (alimentos, medicinas, etc.), afectando en parte la salud mental e inclusive física, debido al cierre de gimnasios y la restricción de realizar actividades deportivas.
Ha afectado a más de la mitad de la población mundial, y ha provocado que muchas industrias, fábricas y empresas de todo tipo reduzcan su actividad habitual, trabajen en condiciones restringidas; e incluso cesen temporal o definitivamente sus actividades, especialmente en establecimientos no esenciales como ser: restaurantes, bares, centros educativos, centros comerciales, cines, negocios minoristas y toda actividad o evento que implique aglomeraciones; causando por ende un gran impacto socioeconómico en gran parte del mundo. De esta forma, la COVID-19 ha generado un descenso muy brusco del número de empleados durante el primer semestre de 2020, más fuerte en las mujeres que en los hombres.[2] Aunque hasta ahora se mantiene la representatividad de hombres y mujeres en los sectores en su conjunto, sí se observa un efecto composición en las mujeres ocupadas, que reducen su peso en la hostelería frente a una subida en las actividades sanitarias y de servicios sociales.[2] Son precisamente los sectores con peor comportamiento en términos de empleo los que han aumentado en mayor medida la representatividad de las mujeres.[2]
Si bien hay varios tipos de cuarentena en diferentes países del mundo (como la nacional, o la parcial: que va por ciudades y/o regiones); estas cuarentenas por lo general en principio implican un aislamiento estricto y suspensión de la mayoría de las actividades no esenciales, para luego ir desescalando o flexibilizando las medidas y retornar paulatinamente a la normalidad con las medidas de prevención, como son el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones, la higienización de las manos, el uso de la mascarilla, entre otros.
La primera cuarentena directa por la pandemia de COVID-19 tuvo lugar en la República Popular China, cuando el gobierno ordenó el encierro de la provincia de Hubei el 23 de enero de 2020 que incluía a Wuhan, ciudad en donde apareció el SARS-CoV-2 que origina la enfermedad.
En lo que respecta al rumbo ambiental, las emisiones de gases de dióxido de nitrógeno cayeron a niveles mínimos históricos a 6 % a nivel mundial repartido entre las producciones cesadas en China y la Unión Europea.[3] Provocó la caída del precio del petróleo a 1,8 millones en barriles de crudo, según Rystad Energy.[4] En varios países se abrieron museos virtuales a causa del confinamiento, para distraer a la población.[5] Discord registró una caída el 16 de marzo por su excesivo uso durante la pandemia.[6]
Algunos países de Europa vivieron la segunda oleada de casos por coronavirus en aumento desde mediados de octubre de 2020 como el caso de Francia, Países Bajos, Reino Unido, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Malta, Rumania, Eslovenia, Irlanda, Grecia, Italia, Austria, entre otros, tomando medidas como la restricción a la movilidad nocturna, cierre de bares, restaurantes, cines y actividades comerciales no esenciales, uso obligatorio de mascarillas, prohibición de reuniones sociales. Otros países como España incluso vivieron su tercera oleada.